Como Salvar Un Matrimonio – 10 consejos para una reconciliación saludable

Como Salvar Un Matrimonio

Un matrimonio servible y satisfactorio necesita un deber de los dos cónyuges. Hay varios niveles recurrentes que podrían conducir a inconvenientes matrimoniales, división y, en algunas ocasiones, divorcio; por otro lado, inclusive si usted y su pareja se han distanciado, hay maneras de solucionar los conflictos y las diferencias. Si el esfuerzo de reconciliación procede de los dos lados de la relación, es viable un resultado positivo.

¿Se puede salvar mi matrimonio?

Las situaciones de cada pareja son únicas, desde la carencia de comunicación hasta la infidelidad . Mencionado lo anterior, existe fé de reconciliación si puede usar el consejo de profesionales, incluida la empatía, el precaución personal y la terapia de pareja. Según el Dr. John Gottman, es una aceptable iniciativa seguir estando distanciado de los “ 4 jinetes del apocalipsis ”, o en otras expresiones, los indicadores que, según él, tienen la posibilidad de adivinar el desenlace de una relación. 1

En las relaciones, los 4 jinetes son:

1. Crítica
2. actitud defensiva
3. Desprecio
4. Táctica de cerrojo

Para empezar a trabajar para socorrer su matrimonio, pruebe los próximos consejos: use la amabilidad cuando discuta un conflicto, sea gentil, practique la autoconciencia, sepa cuándo es el instante de tomar un descanso, busque puntos positivos, escuche con empatía, dé a cada uno otro espacio, practique el autocuidado, aléjese de los 4 jinetes y busque la asistencia de un terapeuta de pareja.

Aquí hay diez consejos para socorrer su matrimonio:

1. Use la amabilidad cuando discuta un conflicto de intereses

Muchas parejas discuten y se vuelven crueles inclusive por las cosas más mundanas. Entre otras cosas, tienen la posibilidad de luchar por platos sucios; por otro lado, los platos sucios por lo general tienen poco que ver con el argumento real. La mayor parte de las ocasiones, tiene más que ver con la manera en que se planteó el tema, el contexto de la conversación y el concepto que hay detrás.

Entre otras cosas, aquí hay dos maneras de emprender el tema de los platos sucios:

• “¡¿Por qué no puedes vaciar el maldito lavabo?! ¿Es porque crees que tienes una criada aquí? Eres tan flojo. Estoy agotado de ti.”
• “¿Puedes lavar los platos, por favor? Aprecio todo el trabajo duro que haces en la vivienda. Gracias por ser de gran impulso.”

La realidad es que la manera en que mencionamos las cosas puede desatar de forma sencilla viejas lesiones en nuestra pareja, lesiones de las que quizás no nos demos cuenta. En una afirmación fácil como la del ejemplo previo, la otra persona puede sentirse de forma sencilla atacada, criticada, menospreciada y no querida. Cuando amas a alguien y te comprometes a lograr que tu relación ande, utiliza la amabilidad cuando te acerques o hables de un conflicto, y aprende a luchar de forma justa cuando poseas diferencias de opinión.

2. Sea amable con su cónyuge

Es atrayente ver lo gentiles que tenemos la posibilidad de ser con otra gente pero no con nuestra pareja. Si un amigo o un individuo a la que admiras entra en tu auto nuevo y derrama un Gatorade sobre tu nuevo taburete, aunque te moleste, seguramente vas a ser amable y dirás algo como: “Está bien, no te impacientes por eso”. ; Lo limpiaré. ¿Por qué es muchísimo más simple ser amable con otra gente y no con nuestro cónyuge? Hágase esa pregunta y analice qué sentimientos emergen.

3. Toma conciencia de tus propios sentimientos

Es posible que parezca que tu cónyuge es un profesional en indicar todo lo que haces mal, pero únicamente tú puedes ser el profesional en cómo te sientes. La autoconciencia necesita trabajo, pero te facilita tomar elecciones más conscientes. La exclusiva forma de entrar totalmente a su control sobre sus sentimientos es tomarse el tiempo y investigar sus pensamientos, sentimientos y acciones. Mira tus emociones, trata de etiquetarlas y abrázalas. No hay sentimientos incorrectos, solo selecciones incorrectas.

4. Sepa cuándo tomar un descanso

Cuando seas consciente de tus sentimientos, aprende a tomar un descanso a lo largo de una controversia. Pídale a su cónyuge que requiera 10 minutos para calmarse antes de seguir la conversación. Solo ten en cuenta de regresar luego de 10 minutos. No use ese tiempo para reflexionar en formas de “ganar” la discusión; en su lugar, respire intensamente, practique una técnica de tranquilidad y despeje su cabeza. Ten en cuenta que las relaciones son más destacables que tener la causa.

5. Busca los puntos positivos

Busque las acciones y propiedades positivas de su pareja todos los días. Según el Dr. Gottman, la búsqueda activa de un sentimiento positivo marcará una enorme distingue en la manera en que responde a la negatividad. Nuestro entendimiento encuentra lo que está intentando encontrar, por lo cual si estas buscando fallas todo el tiempo, siempre las vas a encontrar. Además, si escoge responsablemente buscar atributos y acciones positivas, además los va a encontrar.

6. Escucha con empatía

Si puede escuchar lo que su cónyuge verdaderamente dice, va a poder empatizar con él. Cuando sienten que comprendes su visión, la controversia por lo general se transforma en un diálogo. Validar los sentimientos de tu cónyuge no supone que estés según con él, supone que puedes ponerte en su lugar.

7. Manténgase distanciado de las críticas

Recuerda, criticar a tu cónyuge jamás va a tener un resultado positivo. La realidad es que a nadie le agrada sentirse atacado y las buenas pretenciones conducen de forma sencilla a pésimos resultados. Luego de estar en terapia por un tiempo, muchas parejas dicen lo espectacular que es sentirse escuchados y validados por su cónyuge. Entonces, use sus expresiones sabiamente, siempre use oraciones en primera persona cuando aborde un inconveniente y exprese sus pretenciones y sus sentimientos.

8. Darse espacio unos a otros

No puedo enfatizar lo bastante la consideración de ofrecerle a su cónyuge espacio para calmarse a lo largo de una controversia. Esto es sutilmente diferente a entender cuándo tomar un descanso; en cambio, se enfoca en respetar los deseos de su pareja por el espacio y el tiempo separados. Permítales escoger la hora y el día para regresar y finalizar su conversación o diálogo, y respete esa selección.

9. Ejerce el autocuidado

El precaución personal es escencial para la armonía de su relación. Te viviendas para comunicar tu vida con alguien: tu felicidad, amor, pretensiones y sueños, pero ¿cómo puedes comunicar esas cosas si no las tienes? Tu felicidad es tu responsabilidad; no es algo que alguien más te logre ofrecer. Examina lo que te trae paz y haz bastante más de eso. Prepare una lista de cosas que puede llevar a cabo para recargar. Entre otras cosas, su lista puede integrar cosas como arreglarse el cabello, tomar duchas largas, llevar a cabo jardinería, leer un libro, etc. Si nos cuidamos a nosotros, vamos a estar emocionalmente más accesibles para nuestro cónyuge.

10. Busca terapia de pareja

Habitamos una era donde la asistencia está utilizable en persona o online. Actualmente, varios terapeutas están accesibles por medio de sesiones de video seguras u otros sitios virtuales. Puede ser complicado revelar tus pretenciones más íntimas a un raro, pero no poseas miedo de buscar asistencia, porque tiene la posibilidad de ser la clave para socorrer tu matrimonio. Un terapeuta de parejas puede asistirlo a conocer lo que trabaja para su unión exclusiva, brindándole la orientación correcta hacia una organización exitosa y triunfadora.

Si quiere buscar el terapeuta correcto de acuerdo con la especialidad, el valor, la vivencia y más, considere utilizar un directorio como Choosing Therapy.

Reflexiones finales acerca de cómo socorrer su matrimonio

Existe fé para su matrimonio; siempre existe fé. La puerta de salida puede parecer el sendero más simple a continuar, pero si los dos deciden trabajar hacia la reconciliación, jamás es bastante tarde para tener un matrimonio satisfactorio. La distinción es si hay abuso físico o emocional . En ese caso, es preferible decir hasta pronto que continuar haciéndote inconveniente quedándote.